Los árboles en nuestra sociedad
Se llaman árboles y tienen 350 millones de años de experiencia cuidando nuestro planeta. Previamente en el 1600, los árboles en las veredas eran escasos. No fue hasta el siglo XIX que los boulevards llenos de árboles empezaron a ser algo común en ciudades europeas. Hoy en día, son piezas fundamentales en el paisaje de una ciudad y parte del frágil ecosistema urbano. Pero sin la participación del gobierno, la importancia de los árboles será ignorado y los problemas como el cambio climático seguirán empeorando.
Cómo conocemos los árboles
Hay árboles parte de la vida urbana que son dignos de visitas turísticas, como los Cerezos o Sakuras de Japón, que movilizan a millones de personas, que visitan el país solo en la época que florecen.
El parque nacional Yosemite es otra parada turística donde los árboles son los principales protagonistas. Contiene el famoso bosque de secuoyas gigantes, incluyendo al árbol más grande del mundo conocido como “General Sherman”, por su espectacularidad, con 84 metros de alto y 11 metros de diámetro. Las secuoyas pueden medir más de 100 metros de altura y pueden vivir más de 3.000 años.
El árbol baobab, árbol botella, también referido como el “árbol de la vida”, se encuentra en la sabana Africana, Madagascar y Australia. Viven más de 1000 años y también atraen a turistas de todo el mundo. Lamentablemente después de sobrevivir miles de años, en el 2016 uno de ellos colapso debido al cambio climático.
Motivación para la participación del gobierno
¿Por qué se deberían preocupar los gobiernos?
En New York se midió el impacto económico de los árboles y el beneficio sumo 120 millones de dólares al año (comparado con los 22 millones que se invierte en gasto público para mantenerlos). De esos beneficios, 28 millones de dólares de ahorros de energía, 5 millones de mejoras en la calidad del aire que respiran, y 36 millones mitigando tormentas e inundaciones. Aún más, un árbol grande puede absorber 2420 litros de agua por año.
Con resultados claros proporcionado del arbolado urbana, muchas ciudades buscan impulsar nuevos proyectos para poder aprovechar estos beneficios económicos. Argentina es un país donde la participación del gobierno está creciendo, y la legislación en cuanto al arbolado urbano y público se incrementa y modifica constantemente.
Progreso en Argentina
Participación del gobierno en el país
El año pasado, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, presentó el programa #ForestAR2030, una estrategia interministerial para la creación de una economía forestal sustentable en Argentina. La idea es que las fuerzas medioambientales, económicos y sociales pueden trabajar juntos. Según el Ministro Bergman, «La idea de forestar cumple con el objetivo de mitigación ambiental y producción, que implica agregar valor generando trabajo.» Es aún más importante mejorar las condiciones medioambientales y reducir la emisión de gases ya que vivimos en un clima tan cambiante. De acuerdo con estudios científicos, la forestación es una de las principales soluciones naturales y de bajo costo para mitigar el cambio climático.
#ForestAR2030 tiene como objetivo, alcanzar los compromisos asumidos por Argentina en el Acuerdo de París. La meta del acuerdo, efectivo desde 2016, es fortalecer la reacción mundial a la amenaza del cambio climático. Donde todas las naciones se unen para combatir una causa común, adaptar a sus efectos, y apoyar los países en vías de desarrollo hacen el mismo. Ministro Bergman enfatizó que este Acuerdo de París otorga la posibilidad de “tener una ventana de visualización del liderazgo global con responsabilidad local.”
«La idea de forestar cumple con el objetivo de mitigación ambiental y producción, que implica agregar valor generando trabajo»
-Sergio Bergman
Casos de participación del gobierno en Argentina
Posadas, Argentina
Posadas desarrolló el Plan Forestal Urbano, que es uno de los cinco proyectos del Programa de Desarrollo de Infraestructuras Verdes. Todo esto es parte del Plan Urbano Ambiental de Posadas iniciado en 2012. Los objetivos del Plan Forestal Urbano incluyen mejorar las condiciones ambientales y de saneamiento de la ciudad. Específicamente, enfatiza cómo los árboles, en un ecosistema urbano, reducen la intensidad de las islas de calor, el dióxido de carbono y la contaminación ambiental, además sirven de barreras del viento y el ruido. En el año de 2018, en la ciudad de Posadas se plantaron 10 mil árboles y tienen las esperanzas de plantar más durante este año.
Mendoza, Argentina
Mendoza ha implementado el Proyecto Integral de Forestación y Reforestación, en que está organizado en seis capítulos. La provincia ha titulado cada sección como:
- Diagnóstico de la situación actual del arbolado urbano y peri-urbano de Mendoza
- Planificación de escenarios
- Propuestas de forestación y reforestación
- Capacitación técnica a operarios municipales y personal relacionado al manejo forestal
- Programa de concientización ambiental ciudadana
- Propuestas de refuncionalización y tecnificación de viveros forestales
Como se puede ver, Mendoza ha desarrollado un proyecto muy completo para reducir la vulnerabilidad ambiental del arbolado dentro de la trama urbana. Mejorando su arbolado urbano, Mendoza y sus habitantes pueden disfrutar los beneficios ambientales, económicos y ecológicos que los árboles aportan.
La participación del gobierno no es suficiente sola
Que podés hacer para ayudar
Las características de cada árbol aportan en distintas maneras al medio— el tamaño del tronco, de las hojas o la especie pueden transformar un ecosistema. La importancia de que el público se interese y participe en el mantenimiento y plantación de árboles en zonas urbanas o en el cuidado de bosques es fundamental para acceder a todos esos beneficios. Muchas veces nos sentimos distante para ayudar ya que dependemos de otras entidades para este proceso, y los esfuerzos de concientización no son suficientes. Pero existen iniciativas del gobierno, ONGs, y proyectos de vecinos que buscan sumar sus recursos para alentar a la sociedad a participar.
Las pequeñas acciones hacen una gran diferencia
El cambio es parte de cada persona aportando para que la sociedad como un todo avance y crezca. Esto puede significar algo pequeño como cuidar el estado del árbol en tu vereda y alertar si existe alguna plaga, o si el estado del árbol no es el óptimo, hasta hacer donaciones y apadrinar un árbol. Aunque los problemas del cambio climático parezcan lejanos, el progreso debe hacerse para las futuras generaciones, para que puedan ver la belleza de los árboles y la biodiversidad del planeta.
El poder colectivo
Las ciudades están entre los factores que aportar a la contaminación del mundo porque se concentran mucha gente, transporte e industria. Por ende, también deben ser los mayores responsables a la hora de transformar la manera en la que priorizamos algo tan simple y fundamental como un árbol. Puede ser una actividad familiar o también una colaboración comunitaria.
Los ciudadanos tienen una voz y pueden avisarles a las autoridades para que sean proactivos con el mantenimiento de los árboles. Además, pueden unirse a iniciativas de plantación, ser voluntario en una ONG, plantar árboles en su parque o pedir que se plante uno en su vereda, entre otras cosas. El rumbo lo marca la sociedad, sus leyes e iniciativas se hacen a partir del poder colectivo. Ese poder es absoluto a la hora de poner proyectos en marcha, así la inversión y los frutos son para las comunidades. Los ciudadanos pueden ver ese árbol crecer y perseverar, sabiendo que es un logro de uno para todos.