La urbanización en el mundo ha creado la necesidad de espacios verdes, por su valor estético y su capacidad de mejorar la salud mental. Mientras que estos son beneficios importantes, este artículo se enfoca en las maneras en que los árboles pueden combatir el cambio climático. Hay algunas preocupaciones que están relacionadas a la plantación de más árboles, tales como la falta de recursos económicos y el mantenimiento que requieren. Sin embargo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los árboles pueden proveer beneficios económicos, sociales y ambientales a una ciudad, que serían de más del doble o triple que la inversión inicial que se necesita para la plantación y cuidado de los mismos.
Reducir contaminantes del aire
Los árboles tienen el poder de eliminar contaminantes del aire. Los árboles grandes pueden absorber gases contaminantes y filtrar partículas como el polvo o humo del aire, al mismo tiempo liberando oxígeno. Algunos ejemplos de los gases dañinos que pueden ser absorbidos por los árboles son el dióxido de azufre o monóxido de carbono. El dióxido de carbono es uno de los culpables principales del cambio climático porque contribuye directamente al efecto invernadero, atrapando calor en la atmósfera de la tierra. Por esto, la temperatura global está aumentando, creando temperaturas anormales que afectan el ecosistema, incrementando los niveles del mar poniendo en peligro ciudades e infraestructuras, entre otras.
Mejorar la calidad de agua
Los árboles mejoran la calidad de agua por medio de desacelerando la lluvia mientras se cae y la ayudando penetrar en la tierra. El sistema de raíces los árboles mantiene la tierra en su lugar. Entonces el agua capturada se almacena en la tierra para reponer el suministro de agua subterránea. Además, mucha agua de lluvia contiene químicos de la combustión de los autos. Los autos emiten dióxido de azufre (SO2), y son responsables del 25 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), del 87 % de las de monóxido de carbono (CO) y del 66 % de las de óxidos de nitrógeno (NOx). Así que, cuando el agua se absorbe a través de la tierra, algunos de los químicos se filtran.
Control de inundaciones
Las superficies selladas, como las carreteras y los edificios, en las zonas urbanas aumentan la cantidad y la velocidad del agua que fluye por la tierra durante y después de lluvias prolongadas o copiosas. A veces, los sistemas de drenajes pluviales no pueden manejar grandes volúmenes de agua, que puede causar una inundación. Para combatir este problema, las ciudades pueden sembrar más árboles en sus calles para aumentar el control de agua de lluvia y reducir la demanda en los drenajes pluviales. El agua de lluvia que aterriza en los árboles se evapora en el aire o gotea al suelo abajo, de donde lo absorberá en la tierra. También el agua superficial de áreas cercanas puede fluir en la zona permeable alrededor del árbol.
Aumentar la biodiversidad
Otra consecuencia del cambio climático es la pérdida de la biodiversidad en el mundo. La biodiversidad se define como la variabilidad entre organismos vivos de todos tipos de ecosistemas. La biodiversidad tiene un gran impacto en los seres humanos, afectando al aire, la comida y el agua que consumimos cada día. Los árboles juegan un papel clave en el aumento de la biodiversidad urbana porque la urbanización rápida en el mundo ha resultado en la pérdida de los hábitats, la falta de comida y protección para los animales. Ya hay muchos ecosistemas en amenazados por la deforestación. Por esto, creando espacios verdes en las ciudades puede servir como un refugio para los animales sin hogar como varios especies de pájaros.
Beneficios de salud
Varias investigaciones han demostrado que pasando tiempo cerca de árboles mejora la salud física y mental aumentando los niveles de energía y la velocidad de recuperación, al mismo tiempo que reduce el estrés y la presión sanguínea. Espacios verdes sirven como áreas recreativas, que promueven estilos de vida más activos y saludables. Las zonas urbanas con más árboles incentivan a los residentes interactuar con la naturaleza y relacionarse con otros ciudadanos. También, proporcionan a los niños un espacio para jugar y aprender habilidades sociales. Además, la presencia de árboles en las calles urbanas pueden fomentar un entorno más agradable y tranquilo para los residentes. Las hojas, ramitas, y ramas en los árboles absorben y desvían la energía sonora, que es un beneficio muy valioso. Por estas razones, la presencia de árboles contribuyen a mejorar el bienestar de una comunidad.
La urbanización rápida
La naturaleza es una herramienta poderosa para pelear y reducir el cambio climático. Según la FAO, hoy en día las ciudades ocupan solo el 2% de de la superficie de tierras del planeta, pero representan más del 60% del consumo mundial de energía, el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero y el 70% de todos los desechos que se generan. Las ciudades tienen un enorme impacto en nuestro mundo. Crean la contaminación del aire, tienen un consumo de energía alto y pocos recursos naturales, y requieren muchos recursos económicos para desarrollar la infraestructura. Todos estos factores afectan una gran parte de la población.
La creciente necesidad de árboles
Más del 50% de la población mundial vive en ciudades y ese número continuará creciendo, se pronostica que puede llegar al 70% en el 2050. Por lo tanto, las ciudades continuarán siendo una amenaza para el medio ambiente y los ciudadanos seguirán siendo expuestos a las consecuencias de, por ejemplo, la contaminación. Pero los gobiernos y municipios pueden lograr que estas ciudades puedan luchar contra del cambio climático incorporando árboles en sus planes urbanos.